Origen del Nombre
SOBRE LA LEYENDA DEL VENADO TUERTO
Aunque varias leyendas tratan de explicarlo, el origen del nombre de Venado Tuerto se pierde en los pliegues de la historia.
Pero posiblemente el nacimiento de este topónimo, lo debamos a los indios de la pampa… Los araucanos denominaban a estos campos como Traumá Trüli (Traumá: Tuerto, Trüli: Venado"), tomando el nombre de una laguna en las cercanías de la actual localidad de Christophersen. Así lo podemos confirmar a través de una variedad de referencias.
La primer cita documentada, según escribe Roberto Landaburu en su libro Irlandeses, data de 1837, cuando un indio atrapado en las cercanías de Los Desmochados, refiere que la "indiada" al mando de Painé se encontraba en las cercanías de "Tuerto Benado", ignorando si este término correspondía a la traducción de lenguas indias. Por vez primera aparece marcado en un mapa en la Carta de las Pampas del Sud, en 1872, indicando una laguna con el nombre indígena de Trommá Trolí, con traducción debajo: Venado Tuerto.
Posteriormente, en 1879, Federico Barbará en su Manual de Lengua Pampa, en el apartado de nombre indígenas aplicados a ríos y lagunas, indica que la Laguna Traumá Trüli significa Venado Tuerto.
Así pues llamaban los indios a estas tierras que hoy habitamos, e invita a pensar si la leyenda más cercana a este topónimo, sea la que refiere a un Venado fantasmagórico, que mora en esa laguna, y que espanta echando chispas de fuego, por la cuenca del ojo faltante, a los desconocidos que en las noches sin luna, se aproximan a sus campos…
OTRAS LEYENDAS
Estos parajes ya se conocían con dicho nombre debido a que próximo a una laguna que existía en el distrito de lo que hoy conocemos como Christophersen , vivía un hombre extraño, en la mayor soledad y alejado tanto del blanco como del indígena lo que despertaba verdadera curiosidad; se ocultaba en los pajonales y se suponía que sus facultades mentales estaba alteradas, razón por la cual el indígena le temía. Se dice además que era tuerto y por el hecho de no tener la compañía de una mujer recibía el mote de "venado"; de allí que cuando hacían referencia al sitio, se lo reconocía como paraje del "venado tuerto".
Otra versión tiene que ver con "aparecidos", creencia tan común en nuestro ámbito rural, y cuenta que en oportunidad en que un cuatrero que llegaba a afincarse en estos parajes solitarios, cabalgaba al caer la tarde, junto a un cañadón y de pronto, de entre las matas de juncos, surgió la figura de un venado que arrojaba fuego por su único ojo asustando al caballo que emprendió alocada carrera hasta detenerse en el poblado. Conocido el hecho, comenzó a tenerse respeto por esta visión ya que los parroquianos, supersticiosos, creían ver en ella el espíritu del venado tuerto protegiendo el lugar.
La última versión es la que realmente se considera la elegida por el fundador para dar nombre el pueblo. Se trata de una leyenda de contenido folklórico y no exenta de cierta ternura fue tomada por parte de historiadores y cronistas y dice lo siguiente: "Por los parajes del Hinojo solía pastar un venadito al que le faltaba un ojo perdido en un ataque sufrido ante los indígenas. Desde entonces, cada vez que se aparecía en el fortín, era aviso seguro de la proximidad del malón, hecho que permitía a los soldados refugiarse y defenderse del ataque. En épocas de sequía, conducía a las tropas por buenos pastos y aguas lo que le valió el reconocimiento de aquellos hombres." Cuando esta historia le fue narrada a Casey, decidió que el pueblo a fundar se llamaría VENADO TUERTO.